Golfo de Kylomá

por **Ulises** Mar Ago 20, 2013 5:54 am

Ulises llegó a una pequeña zona en la parte oriental de Siberia. Concretamente al este de Kolymá, una zona costera donde el frio era bastante radical. Allí fue mandado el joven aspirante de la Robe de Doble Alpha para perfeccionar sus técnicas de combate y aprender la verdadera esencia de un caballero. Los primeros días comenzaron siendo muy duros y extremos. La energía de Ulises se iba gastando, inicialmente, en intentar conservar un mínimo de calor corporal que lograra mantener con cierta fuerza y movilidad, todas sus partes.

Los brazos se entumecían al poco tiempo de salir de la choza donde pasaba las noches. Los entrenamientos eran durísimos y todo estaba cubierto de una densa capa de hielo y nieve que hacía que la vida fuera prácticamente nula si no se estaba realmente preparado. Ulises, mejoraba continuamente su control sobre su cuerpo y así pasaron varias semanas hasta que el dominio de su energía parecía total.

Cada día que pasaba en aquel recóndito lugar, Ulises crecía como guerrero y se hacía más fuerte. Tanto que cierto día, alguien extraño apareció para enfrentarlo y enseñarle algunas cosas que un novato todavía no sabía. Ulises, que llevaba solo muchísimo tiempo decidió arremeter contra esta figura tapada por una andrajosa capa y así comenzaron una serie de combates bastante enriquecedores para el chico. Tanto fue el desarrollo de las técnicas de combate que Ulises aprendía que poco a poco fue adoptando formas y posiciones imitando a su poderoso rival hasta que las misma técnicas fueron adaptándose a su poder. Después de varios meses luchando hasta la extenuación, llegó el día del cambio.

Durante varios meses, Ulises caía y caía siempre en la nieve totalmente moribundo…pero cada mañana volvía a verse las caras con ese encapuchado y cada mañana se resarcía de sus errores. Aun siendo superado por aquel misterioso individuo, Ulises no desesperaba en el intento y continuaba su incesante adiestramiento interior hasta que un día pudo cambiar el trascurso de la contienda. Con todo muy bien aprendido, Ulises paró el poderosísimo ataque de su adversario con un escudo hecho del mismísimo glaciar, el cual había dejado el cuerpo del joven como un trapo, para finalmente utilizar paralizar a su enemigo y utilizar sus puños para propinarle una estocada casi mortal, abriendo una herida bastante profunda que requirió de las asistencias del propio Ulises para no tener consecuencias catastróficas en el enemigo y poder darle una digna revancha.

Es así como Ulises aprendió su magnifica técnica de defensa y su Punzada del Dragón…