Mansión de Zero - Inglaterra

Tras haber soñado con aquel ser que le hablaba en ocasiones, Zero termina despertando debido a los primeros rayos del sol que se reflejaban a través de su ventana, al ver aquella luz termina recordando que él no estaba en su mansión. “tengo que salir de aquí ya he pasado mucho tiempo con mis ideas, pero es hora de hacer algo más. Me distraeré aunque sea unos días con otras situaciones antes de salir nuevamente de viaje”.

Al salir de su hospedaje un carruaje lo esperaba, el cual lo llevaba a su mansión. Durante el viaje el ingles observaba a las demás personas por la ventana de forma despreciativa, ya que no conocían lo que había mas allá de lo que vivían diariamente, no podían considerar en lo que en algún tiempo llegaría a convertirse el mundo. “Tal vez ellos no deberían ver ese nuevo inicio, sería un desperdicio”.



Al llegar a su mansión el británico quiso relajarse así que hizo que sus sirvientas le prepararan un baño. Después de haber se bañado ya arreglado con ropas muy finas, Zero se sentó en el comedor donde una suculenta comida y vino lo esperaba. Al terminar decido encargarse de algunos documentos de su negocios, trataba de dejar claro y funcionando todo para el tiempo en el cual no estaría en Londres ya que era posible que demoraría mucho tiempo en volver o eso es lo que imaginaba el británico, por lo cual sentía que debía dejar todo preparado.

Habían pasado varios días desde que Zero llego a Inglaterra sus negocios y demás deberes para aumentar sus riquezas parecían ir cada vez mejor, el británico no parecía tener nada porque quejarse, la vida parecía darle lo que quería, aun así al estar sentado en su sofá el cual estaba cerca del fuego reflejaban cierto disgusto en el rostro del hombre de cabello plateado, disgusto que parecía ir en aumento al miras su añillo.

“oye porque no me hablas, desde que he llegado a la ciudad ni al estar dormido, ni al estar despierto he escuchado que me hayas dicho algo más”. Zero empezaba a girar su mirada donde podía ver la espada de los sueños la cual estaba colgada en la pared como un trofeo. “Lo más divertido que he hecho es buscar esa espada y desde entonces ya no hubo algo mejor. Quiero algo más, quiero as poder, quiero más entretenimiento, quiero conocer a las otras personas que son iguales a mí.”. Nuevamente la mirada del británico se fijó en su anillo. “dime cuando me mostraras más cosas interesantes”.

Los pensamientos del ingles eran muchos, su curiosidad e intereses lo hacía sentirse impaciente, y al no encontrar alguna respuesta de aquel ser que le hablaba, hacia enojar cada vez más al portador del anillo el cual coge una botella de vino la cual estaba cerca de él y la arroja al fuego haciendo que la llama se encendiera aún más por unos segundos.

De repente un mayordomo abre las puertas de la habitación y le entrega una carta a Zero en la cual este recibía la invitación a un baile, por parte de una de las mujeres que el hombre de cabello plateado intentaba conquistar. Esa carta hizo cambiar su humor parecía que había encontrado algo divertido que hacer.